Mientras algunos dan mal ejemplo; otro de manera silenciosa, comprometida y tenaz, ayuda e impactan de forma positiva a sus alumnos y a sus comunidades educativas.
Hay que abrazar el cambio con pasión y compromiso para hacer justicia a los niños y jóvenes. Los maestros tienen la oportunidad de iniciar un cambio. Esta es la generación de profesores llamada a hacer historia, a crear con esfuerzo y valor un mejor México, y todos los tenemos que ayudar. Estoy seguro de que si se puede, porque cada uno de nosotros conocemos.
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