Nombrada así con caracter retroactivo tras la popularización de términos como 2G o 3G, la generación cero o radiotelefonía móvil hace referencia a todos los estándares de comunicación telefónica sin cables anteriores a la tecnología móvil actual. Los dispositivos empleados eran muy voluminosos y solían estar equipados directamente en medios de transporte como coches o trenes.
Aunque se llegaron a fabricar modelos en forma de maletín, no tuvieron demasiada aceptación por su elevado peso o baja autonomía. Esta generación tenía una principal limitación: había que hacer cola para que se liberara una de las pocas bandas que estaban disponibles, pues solo podría haber una llamada por frecuencia. Además, debido a la longitud de onda utilizada, había problemas de congestión e interferencias con otras señales de radio.