Encontramos crónicas en todas las épocas de la historia mexicana: en la prehispánicas, durante la Conquista española, en las tres centurias de la Colonia, en tiempo de la independencia y durante todo el siglo XIX y en la época de la revolución, a lo largo del siglo XX y en lo que va del XXI, y las encontramos por igual en los momentos de estabilidad que en los de crisis. La literatura mexicana funciona toda ella como crónica. Por igual una carta de Hernán Cortés que un poema de Bernardo Balbuena, un recuerdo de Guillermo Prieto que una novela de Rafael Delgado, la descripción de una calle de Luis González Obregón que el reencuentro de una cena de intelectuales de Alfonso Reyes, los intentos de comprensión del indio Ricardo Pozas que los análisis de tipos urbanos de Carlos Monsivaias: todo apunt a cumplir con los objetivos y funciones de la crónica. ¡Hasta las canciones y poemas!.
