
Esta famosa pieza se conoce como Mono Ehécatl. Su máscara bucal en forma de pico es el elemento distintivo de su relación con el dios del viento, pues se creía que con ese pico podía soplar con mayor fuerza y la postura misma del mono evoca sin duda el movimiento helicoidal de los remolinos de viento.
Sin embargo, no es lo único que lo relaciona con esta deidad. Según el mito de creación de los Cinco Soles, la segunda era, es decir, el Segundo Sol, fue destruido por fuertes vientos provocados por el dios Ehécatl. Los humanos que lograron sobrevivir a este cataclismo fueron convertidos en monos.