Mientras tus hijos crecen, animalos a hacer pequeños negocios. Con tu supervisión desde luego, descubrirás que esta es una enorme y maravillosa fuente de aprendizaje que te ayudará a transmitir todos tus conocimientos. Las valiosas acciones aprendidas tienen mucho que ver con la capacidad de hacer algo por sí mismos, poniéndole entusiasmo y ganas. Mejor aún, rompiendo el temor a abordar en frío a algunas personas arriesgándose incluso a recibir un no por respuesta. En resumen, hay mucho que ganar y poco que perder.
No se te olvide que son niños, enséñales de forma natural, deben divertirse y en el camino aprender que la vida se puede conquistar desde diferentes frentes. Deben sentir que valen, no por lo que saben, sino por quienes son. Una sola lección aprendida les puede ahorrar muchísimos tropiezos y sufrimientos. Así que comienza hoy pacientemente, paso a paso.