Luc Besson nos presentó en 2005 esta cinta que, aunque sencilla, posee una hermosa fotografía y una premisa que siempre es bienvenida con toda una filosofía de vida y redención, la cual se desarrolla dentro de un contexto fantástico y romántico, que le confiere un indiscutible atractivo a este trabajo del realizador francés. Jamel Debbouze y Rie Rasmussen cargan todo el peso de la historia y logran hacer un buen equipo, realmente agradable y funcional, llevando al espectador hacia momentos hermosos y emotivos. "Angel-A", es todo un clásico dentro del catálogo de Besson
André, un ex convicto de poca monta, parece deberle dinero a todos en París, incluido un jefe del crimen que promete matarlo si no se lo paga antes de la medianoche. Después de no encontrar protección de la embajada estadounidense y la policía francesa, André desesperado trepa por un puente sobre el Sena, con la intención de saltar hacia su muerte. Se sorprende al ver a una chica alta y hermosa aferrada a una barandilla en el mismo puente, aparentemente preparándose para acabar con su vida también. Ella salta, y él salta también, resolviendo de repente salvar su vida. Después de llegar a la orilla, ella le dice que su nombre es Angel-A. Juntos, hacen un crucero por el Sena, pagan a los acreedores de André, visitan un local nocturno parisino y más, mientras Angel-A ayuda a André. Se entera de que para este propósito ella ha caído del cielo y ha entrado en su vida. André se enamora de esta misteriosa belleza.